En
una de las clases desarrolladas el año pasado,
por los alumnos de Bellas Artes en la Institución donde trabajo,
realizadas en las horas de Arte, con motivo de sus prácticas profesionales, llevaron a cabo la clase sobre “Las Arpilleras” habían realizado una buena
investigación que mostraron a través del
PPT. Todos los escolares estaban
muy atentos incluyendo nosotras que
observamos la sesión.
Aunque un tiempo atrás me había dedicado a realizar los
trabajos de arpilleras, no sabía el origen, ni de qué se trataba todo. Me
sorprendió mucho además de
conmoverme, el enterarme la historia que había detrás de las personas
que elaboraban las arpilleras. Esto me causó mucho interés, es así como
decidí investigar y escribir una entrada
dedicada a los acontecimientos ocurridos detrás de las Arpilleras y del clamor de justicia de las mujeres que
sufrieron en carne propia las consecuencias
de una dictadura; que buscaban expresarse
no con
palabras sino a través de sus artesanías.
“Las Arpilleras” son
telas de yutes o tela rústica de costalillos, artesanías textiles que se
realizaron en la década de los 70 en
Chile; que las mujeres de las
comunidades bordaban; a decir “cosían su historia de terror, sufrimiento y
dolor” las cuales fueron vividas durante la
dictadura del General Augusto Pinochet.
El procedimiento del bordado sobre las telas con diseños tridimensionales y la combinación de hilos
con lanas; algunas de ellas hechas con retazos de los trajes de las víctimas, A
través de esta técnica se puede observar el horror vivido. Los primeros trabajos realizados llevaban
unos bolsillos, dentro una carta
escrita por las artesanas, expresaban
lo que sentían ante el inquietante panorama.
Los trabajos
bordados narraban historias que “estaban prohibidas
de contar o hablar, expresaban
lo que les eran difícil comunicar con palabras, representaban hechos represivos de violencia y trauma particularmente
vivida por grupos indígenas de las comunidades
durante la guerra civil; conflictos armados, de
inseguridad donde cada chofer de taxi
era un posible espía, toques de queda,
calles vacías, aire cargado de miedo incertidumbre y silencio, donde los
ciudadanos hablaban a murmullos y la escritura era censurada”.
“ Las arpilleras representan un diálogo
constante con el ausente”
Inclusive
a muchas de ellas “las amenazaban, eran llamadas subversivas,
las interrogaban, las fichaban, sufrieron quemaduras también fueron
electrocutadas y mutiladas”.
Los
primeros talleres funcionaron dentro de las iglesias y con la ayuda del obispo Raúl Silva,
debido a que el ejército no podía entrar en ellas. Las madres de los detenidos
y desaparecidos elaboraron sus arpilleras como medio de sustento y protesta, ellas recreaban imágenes
y bordaban en los aniversarios de los
secuestros.
“La represión vivida a través de sus
arpilleras se tornan memoria viva;
estas mujeres de las comunidades expresaban en escenas de torturas, prisiones clandestinas, y hambre
en las poblaciones. (Nunca
se supo de las más de 10,000 personas
que desaparecieron durante la dictadura, las fosas comunes encontradas,
demuestran que los desaparecidos sufrieron muertes violentas.)
Para
las arpilleristas las circunstancias
políticas del país y de sus vidas cotidianas se volvieron inseparables.
A
través de su Arte ellas representaron “su mundo”:
hogares vacíos e hijos buscando a sus padres. El trabajo las había fortalecido y les
daba la energía necesaria para ser capaces de hacer demandas de
reparación y justicia”.
El ARTE siempre fue un medio de expresión; el comunicar
cosas, que no se pueden decir con palabras,
sin lugar a dudas en este caso cobra mayor significado e interés ante
la enorme trascendencia de los acontecimientos
ocurridos. Nos deja una lección que
debemos recordar siempre, para que la
historia no se repita.
Es así que aprendí sobre la historia detrás de las Arpilleras, Una vez más se pone en práctica las palabras de un amigo, Javi cuando dice: “Compartir es aprender” y por cierto todos aprendemos de todos.
Es así que aprendí sobre la historia detrás de las Arpilleras, Una vez más se pone en práctica las palabras de un amigo, Javi cuando dice: “Compartir es aprender” y por cierto todos aprendemos de todos.
Los detenidos. |
Reclamando la libertad de los presos políticos. |
Ante la incertidumbre. |
Clamor de justicia. |
Campo de prisioneros. |
Protesta de habitantes de villas miserias, mujeres saliendo a la calle. |
Mujeres en el taller de arpilleras. |
Justicia. |
Mujeres encadenadas frente al congreso |
DATO: Fernando Ubiergo, el reconocido cantautor Chileno fue uno de los perseguidos y "obligado" a salir de su país, porque corría peligro allí, situación que se acrecentó al rechazar la invitación a cenar en el palacio de la moneda que le hiciera el presidente Augusto Pinochet, al ganar el "Festival Internacional de Viña del mar".
Tema que el Trovador escribió al presidente Chileno "Carta abierta a Pinochet".Así expresar el sentimiento de todo un pueblo ante tanta injusticia.
Aquí el enlace: https://www.google.com.pe/search?q=las+arpilleras&biw=1920&bih
Aquí el enlace: https://www.google.com.pe/search?q=las+arpilleras&biw=1920&bih
Tengo el placer de agradecerte estimada amiga, por esta historia que no solo desconocía,sino que me generado una mezcla de sensaciones;desde el mas absoluto repudio a las aberraciones cometidas durante tan lamentables sucesos que vivieron países de nuestra querida latinoamerica,entre ellos mi país Uruguay entre 1972 y 1984, y mi admiración y mas respetuoso reconocimiento a tantos seres humanos que padecieron estos verdaderos holocaustos, que desde una América Latina unida, y todas las naciones del mundo desde sus pueblos y gobernantes comprometidas con la vida y la paz harán imposible la reiteración de etapas que humillaron la existencia humana quebrantando los principios elementales de la libertad, la tolerancia,el respeto a la vida y la soberanía de tantos pueblos hermanos.Nunca mas!! Mis felicitaciones por la excelente narración.Un abrazo muy cordial Nancy.
ResponderBorrarDaniel Deniesse
Es una historia conmovedora sin lugar a dudas, que como dices, sucedió también en tu país. Que la historia no se repita, no se debe permitir este tipo de violencia y considero que los profesores desde nuestras aulas podemos hacer mucho. para que "no se vendan conciencias" Saludos Daniel.
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